La
comprensión de nuestro mercado es esencial para entablar relaciones rentables
con nuestros clientes. Para ofrecer el mayor valor, generar satisfacción,
obtener la lealtad del consumidor y convertirnos en una opción realmente
atractiva es necesario conocer y estudiar a nuestra competencia, permitiéndonos
así crear ventajas competitivas, acorde a las posibilidades de nuestra empresa
y la industria en la que participamos.
Cuando deseamos entrar a competir en un mercado e incursionar en uno o varios segmentos específicos, es tan importante identificar y conocer a fondo a aquellos a quienes les queremos vender, como a todos los competidores a los que nos vamos a enfrentar, es decir, todos aquellos que puedan proveer, directa o indirectamente, un valor tal que atraiga a un cliente que potencialmente podría comprarnos a nosotros.
Cuando deseamos entrar a competir en un mercado e incursionar en uno o varios segmentos específicos, es tan importante identificar y conocer a fondo a aquellos a quienes les queremos vender, como a todos los competidores a los que nos vamos a enfrentar, es decir, todos aquellos que puedan proveer, directa o indirectamente, un valor tal que atraiga a un cliente que potencialmente podría comprarnos a nosotros.
Así pues,
nos damos cuenta de que hoy en día es muy importante hacer un esfuerzo
significativo para evaluar las fortalezas y debilidades e identificar los
objetivos y estrategias de cada competidor. Descubrir la importancia que le dan
a temas como rentabilidad, mantener una cuota de mercado, ofrecer un servicio
al cliente destacado o invertir en desarrollo tecnológico nos puede ayudar a
conocer con mayor precisión las reacciones que tomaría dicho competidor ante
una acción determinada de cualquier tercero en la industria.
Ahora bien,
una vez habiendo evaluado e identificado a los competidores, sus motivaciones,
objetivos, etc., podemos diseñar estrategias específicas de marketing que se traduzcan
en el desarrollo de una o varias ventajas competitivas que provean un valor
superior para nuestro cliente.
Una ventaja
competitiva se define como un atributo superior y estratégico que un producto o
marca tiene sobre sus rivales en el marco de su industria de competencia. Es
decir, es aquello en lo que una empresa es mejor que sus competidores y con lo
que es capaz de entregar mayor valor a sus clientes.
Entonces,
desarrollar conscientemente una ventaja competitiva es esencial para cualquiera
que desee sobresalir de la competencia y atraer a un mayor número de clientes.
Para hacer sustentable dicha ventaja, es esencial ofrecer productos con un
mayor valor agregado, así como tener procesos y/u ofrecer un servicio al
cliente que no puedan ser duplicados o imitados por la competencia.
Para tener
una ventaja competitiva hay muchos caminos, sin embargo hay 3 principales
enfoques a través de los cuales podemos desarrollarla con mayor efectividad:
1. Ser más barato con tu
producto: Implica disminuir lo más posible los costos de
producción y distribución y crear un sistema de provisión de valor eficiente y
adecuado, que permita ofrecer productos de buena calidad, fiables y de fácil
acceso a precios inferiores a los de la competencia para así ganar una mayor
cuota de mercado.
2. Ofrecer un excelente producto: Ofreciendo
un valor superior al de la competencia con los productos más innovadores que
posicionen a la empresa como líder de su industria. Si se desea usar este
enfoque hay que invertir una considerable cantidad de recursos a la generación
de ideas y a la búsqueda de nuevas soluciones, y tener la capacidad de una
comercialización rápida y eficiente de los nuevos productos.
3. Adecuar la oferta a tu
clientes: Enfocando todos los esfuerzos a satisfacer mejor
que nadie a segmentos específicos, en lugar de atender a todo el mercado.
Implica segmentar con precisión un mercado y ajustar los productos o servicios
para que satisfagan a las necesidades de los clientes del segmento.
0 comentarios:
Publicar un comentario